La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo (ocupa 2m2 aproximadamente) y a la vez es una de las barreras protectoras más importante que tenemos: aísla nuestro organismo del medio externo resguardándolo y manteniendo las estructuras internas íntegras. La piel es nuestro sistema de comunicación con el mundo, es lo primero que ven de nosotros y lo primero que percibimos cuando tocamos a alguien. Así de importante es la piel.

Desde la antigüedad se han buscado y creado fórmulas, ungüentos y cremas para embellecerla y en la actualidad contamos con todo un arsenal de productos que prometen efectos milagrosos en cada zona de nuestro cuerpo. Sin embargo, como el resto de los órganos, la salud de la piel proviene principalmente del interior. Por eso una buena alimentación es fundamental para superar o mejorar condiciones de acné, eczemas, alergias, forúnculos, herpes, quemaduras, psoriasis y enfermedades degenerativas.

La mayoría de las enfermedades de la piel resultan de la combinación de varios factores (hereditarios, medioambientales, como consecuencia de otra patología de base) entre los cuales una alimentación inadecuada juega un rol determinante. El exceso de productos refinados y procesados (harinas y azúcares blancos, grasas saturadas y grasas trans, lácteos, carnes, snacks, edulcorantes y conservantes artificiales) sobrecargan de toxinas a la sangre e impiden que el hígado y los riñones la purifiquen de manera apropiada, y es ese exceso de toxinas las que se excretan por la piel.

Para comenzar a mejorar estos signos (en este caso la piel, pero ayuda al resto de los sistemas) podes comenzar por incorporar alimentos ricos en clorofila (hojas verdes, espirulina, chlorella, kale, diente de león, algas marinas), en beta-carotenos (zanahoria, calabaza, durazno, brócoli, espinaca, cítricos) y ácidos grasos insaturados (sésamo, girasol, nueces, almendras, castañas, pistachos, oliva); además de hidratarte regularmente y evitar una excesiva exposición solar, recordando que tu cuerpo necesita el sol para regular la producción sébacea de la piel y sintetizar vitamina D.

Que tu belleza sea el reflejo de tu salud!

Hasta la próxima!

Andrea Lizarraga

Soy licenciada en nutrición (UNC), profesora de danza y de Tai Chi, terapeuta corporal (posgrado en el Instituto de Psicoterapia Corporal), especialista en alimentación plant based (posgrados en alimentación adulta y pediatría), formada en Mindful Eating (formación impartida por Jan Chozen Bays), meditadora, estudiante de Medicina Tradicional China y eterna buscadora de conocimiento y prácticas psico-espirituales.

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