Es una bebida fermentada creada por pueblos originarios de México que contiene una mínima graduación alcohólica (menos del 1%, aunque esto depende de la cantidad de azúcar y duración de la fermentación) y que, en un principio se realizaba con maíz.
Actualmente esta bebida se puede obtener de forma sencilla, a través de la fermentación de frutas (piña, guayaba, manzana, naranja) con un poco de azúcar.
Les dejo esta receta que a mi me gusto mucho porque es de sabor suave y refrescante, van a necesitar:
- 1 rodaja gruesa de ananá: picado en cubos con su cascara
- 2 cdas. de mascabo
- 4 rodajas de jengibre
- Ralladura y jugo de 1 limón
- 1 litro de agua purificada o mineral
- 1 frasco o jarra de vidrio o cerámica
- 1 pedazo de lienzo
Para arrancar vas a colocar el ananá cubeteado en el frasco y los vas aplastar un poco con un palo de amasar o una cuchara de madera.
Luego, le sumas el mascabo, el jugo y la ralladura del limón, las rodajas de jengibre y aplastas un poco más. Agrega el agua, mezcla y tapa con el lienzo.
Deja reposar la mezcla en un lugar oscuro, a temperatura ambiente, por 24 o 48 horas (si recién estas comenzando podes probar la fermentación más corta) y una vez terminado el proceso, filtra tu tepache (descarta la fruta) y guardalo en la heladera. Refrigerado dura unos 5 días aproximadamente.
Podes tomarlo como un "jugo", así que con 1 o 2 vasos diarios es mas que suficiente.