Las compotas son un clásico de la infancia cuando la abundancia de la naturaleza nos regalaba una enorme cantidad de duraznos, manzanas, pelones y peras y había que aprovecharlos con una receta sencilla. O bien era la preparación infaltable cuando alguien se enfermaba de la panza y lo único que podía tolerar era esta fruta cocida, dulce y de fácil digestión...

Acá va una receta renovada y deliciosa, que la disfruten!

  • Manzana roja grande: 1
  • Manzana verde grande: 1
  • Ciruelas deshidratadas: 100 gr
  • Peras o pelones deshidratados: 100 gr
  • Agua: 1 1/2 lt
  • Azúcar mascabo o estevia: a gusto
  • Canela, clavo de olor, semillas de coriandro, jengibre: a gusto

En una olla profunda coloca el agua, las manzanas cortadas en gajos y las frutas deshidratas enteras. Endulza a gusto y agregale las especias que más te gusten: canela, clavo de olor, semillas de coriandro, pimienta negra en grano, cardamomo. Herví a fuego suave hasta que la fruta esté cocida y serví.

A tu compota podes sumarle: frutos secos (almendras, nueces, castañas picadas), semillas, mezclarla con yogur o avena cocida, y para transformarla en postre nada mejor que una buena cucharada de crema batida o helado de crema americana. La cocina es tuya, a jugar!!

Andrea Lizarraga

Soy licenciada en nutrición (UNC), profesora de danza y de Tai Chi, terapeuta corporal (posgrado en el Instituto de Psicoterapia Corporal), especialista en alimentación plant based (posgrados en alimentación adulta y pediatría), formada en Mindful Eating (formación impartida por Jan Chozen Bays), meditadora, estudiante de Medicina Tradicional China y eterna buscadora de conocimiento y prácticas psico-espirituales.

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