Muchas veces queremos el peso y el cuerpo que teníamos en la adolescencia o a los 20 y pico, o queremos el peso que alguna vez nos dijeron que teníamos que alcanzar... o vimos en tantas imágenes el cuerpo que debemos tener, que nunca nos miramos al espejo para preguntarnos: "¿el peso de la tabla es realmente mi peso?", “¿cómo es mi cuerpo?”, “¿qué necesita?”, “¿cómo puedo ayudarlo?” o “¿qué es lo mejor que puedo darle?”. Simplemente nos embarcamos en dietas de hambre, ejercicios extenuantes, en el consumo de alimentos insípidos y llenos de químicos y terminamos haciendo de la comida un factor de estrés tan grande que ya ni siquiera podemos disfrutarla plenamente.
Sin embargo, creo que que ha llegado el momento de hacernos una pregunta fundamental: “¿es sostenible tener un peso ideal pasando hambre o contando calorías?” Porque aunque no logremos responderla puede ser nuestra guía en la búsqueda de una alimentación y un estilo de vida verdaderamente saludables.
Personalmente, mi experiencia en la consulta y en el trabajo grupal me demuestra que es posible alcanzar un peso saludable y sostenerlo en el mediano y largo plazo; disfrutando de una amplia variedad de alimentos, sabores y cocinas. En la mayoría de los casos, llegar a este peso es un largo proceso de autodescubrimiento en el que la persona se va encontrando cómoda y saludable en su propio cuerpo en la misma medida que va pudiendo sanar su relación con la comida. Es decir, va pudiendo hacer elecciones coherentes con sus necesidades y posibilidades, va pudiendo disfrutar sin culpa, sin restricciones compensatorias o regulando mejor la compulsión de comer ante cualquier evento emocional que se le presenta, sólo por mencionar una infinidad de universos particulares. En síntesis, las personas se vuelven más responsables de su propia alimentación y con ello, de su autocuidado.
Ojalá estas palabras te inviten a revisar y cuestionar tu propio punto de vista con respecto a este tema, el objetivo siempre es avanzar hacia el empoderamiento de nuestra salud y nuestro placer. Hasta la próxima!
Lic. Andrea Lizarraga
Ilustración: Leah Rea
