Tomar infusiones herbales a lo largo del día nos ayuda a ingerir líquidos suficientes a la vez que pueden ayudarnos a re energizarnos, dormir o favorecer la digestión. Lo ideal es no endulzarlos, pero podes usar un poco de estevia.

Se realizan fácilmente de la siguiente manera: en una taza grande colocas 1 cucharada de hierbas frescas y limpias o 1 cucharadita de hierbas secas o raíces ralladas y agua a punto de hervor (si es agua filtrada mucho mejor), tapas y dejas reposar 10 minutos. Después la filtras y la tomas.

A LA MAÑANA

Podes comenzar el día con una taza de agua caliente o tibia y jugo de 1 limón para acompañar la eliminación de toxinas y activar la digestión. Es un momento ideal para tomar infusiones de:

- Romero: favorece la digestión y la circulación, es energizante.

- Jengibre: es antiinflamatoria, depura un hígado sobrecargado y alivia el estomago.

- Tomillo: alivia las flatulencias y la congestión digestiva, tiene un efecto diurético suave.

- Salvia: es deliciosa y rica en antioxidantes.

- Menta: calma dispepsias y estómagos sobrecargados.

- Ortiga: es antiséptica y antimicrobiana, tómala con moderación porque afecta la glucemia y la presión arterial.

- Hierbaluisa: es relajante y favorece la digestión.

A LA NOCHE

Las infusiones calmantes te ayudan a relajarte y preparan tu cuerpo para un sueño reparador.

- Melisa: calma la mente y el cuerpo, induce el sueño.

- Hierba meona: aumenta la circulación, abre los poros, alivia las dolencias digestivas y tiene un efecto diurético.

- Manzanilla: es antibacteriana, mejora la digestión y relaja el cuerpo.

- Hinojo: facilita la digestión y tiene un efecto diurético.

- Lavanda: es la infusión relajante por excelencia, induce el sueño y relaja el cuerpo.

- Malva: alivia la digestión y es antiinflamatoria.

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