Salimos del Otoño para comenzar una nueva estación en la que la temperatura disminuye y las necesidades de nuestro cuerpo acompañan la transición de cada etapa del año, el Invierno nos invita a la instrospección, se enfría la superficie del cuerpo y el calor se dirije hacia el centro de nuestro organismo. Es una época de meditación profunda y de almacenamiento de nuestra energía física en la que es importante que atiendas tus pulmones, tu intestino grueso y tus riñones ya que son los grandes depuradoradores que tenemos y de los que depende nuestra vitalidad.
Entonces para vivir esta estación con salud van estas recomendaciones alimentarias:
- Selecciona alimentos más sustanciosos y nutritivos: cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, aceitunas.
- Preferí alimentos cocidos mediante el horneado, salteado, al vapor y hervidos, úsando menos agua y temperaturas bajas por tiempos prolongados. Combinalos con pequeñas cantidades de vegetales crudos.
- Podes generar calor a través de: clavo de olor, semillas de de fenogreco, anís, pimienta negra en grano, jengibre seco, canela en rama, porotos negros, nueces de Castilla, la familia de la cebolla (ajo, cebolla, cebollitas, puerro, verdeo), quinoa, pollo de campo, cordero, trucha y salmón.
- Para proteger pulmones e intestino, prioriza el consumo de: cebolla, ajo, nabo, jengibre, coliflor, pimienta blanca, alga kombu, semillas de lino y fenogreco, zanahoria, calabaza, zapallo, brócoli, perejil, berro, pasto de trigo o cebada, espirulina, chlorela, manzana, avena, pera.
- Tus riñones se van a ver favorecidos por el uso de poca sal y alimentos como la lechuga, berro, endivia, escarola, nabo, apio, espárrago, alfalfa, centeno, avena, quinoa y amaranto, achicoria, algas marinas, mijo.
- Incorpora fruta como colación en reemplazo de las harinas y consumilas entre comidas, no como postre. Podes incorporarla en compotas con especias.
- Evita productos que causan desmineralización y pérdida de nutrientes como: azúcar blanco, sal común, panificados industriales y golosinas. En su lugar usa pequeñas cantidades de sal marina, miel, mascabo o estevia.
- Finalmente, recorda que una dieta inadecuada y el sedentarismo afectan la respiración y la evacuación. Por eso evita comer excesivamente; comer demasiada carne, lácteos y huevos; alimentos procesados; fármacos y cigarrillos. Una alimentación refinada va a causar exceso de mucosidad y genera toxinas que se acumulan en los pulmones y el intestino, dando origen a problemas de la piel y el cabello.
Ojalá lo tengas en cuenta, hasta pronto!
Lic. Andrea Lizarraga
Fuente: Paul Pitchford