• Semillas de calabaza, sésamo o girasol: 1/2 taza
  • Agua tibia: 2 tazas
  • Sal de mar o kelp (polvo): 1 pizca

Remojas las semillas en agua durante toda una noche. Al otro día escurri y tira el agua (podes aprovecharla para alguna plantita). Luego, licúa las semillas con el agua y súmale la sal o el kelp.

Finalmente, filtra la leche y usa la pulpa para panes, galletitas, hamburguesas vegetarianas... Recorda que podes hacer la misma receta con almendras, castañas y avellanas.

Esta leche tiene muchos beneficios, entre los que podemos mencionar: ayuda a reducir los niveles de colesterol sanguíneo, mejora el tratamiento de problemas nerviosos (estres, depresión, ansiedad o irritabilidad) y fortalece huesos debilitados.

Podes usarla en múltiples preparaciones como licuados o batidos de fruta, con algarroba en polvo o cafés de cereales y también en platos salados. A descubrir una nueva cocina!!!

Andrea Lizarraga

Soy licenciada en nutrición (UNC), profesora de danza y de Tai Chi, terapeuta corporal (posgrado en el Instituto de Psicoterapia Corporal), especialista en alimentación plant based (posgrados en alimentación adulta y pediatría), formada en Mindful Eating (formación impartida por Jan Chozen Bays), meditadora, estudiante de Medicina Tradicional China y eterna buscadora de conocimiento y prácticas psico-espirituales.

Arroz Integral
Mostacholes con Salsa Bicolor
Queso de Papa