A ti, manzana, quiero celebrarte llenándome con tu nombre la boca, comiéndote. Siempre eres nueva como nada o nadie, siempre recién caída del Paraíso: plena y pura mejilla arrebolada de la aurora! Qué difíciles son comparados contigo los frutos de la tierra, las celulares uvas, los mangos tenebrosos, las huesudas ciruelas, los higos submarinos: tú […]